¿Realmente existe la adicción a Internet?, ¿a las pantallas?, ¿a las tecnologías?
A veces tengo la sensación de vivir en el día de la marmota.
Adicción al teléfono móvil, adolescentes con uso compulsivo del mismo, tiempo de uso, que si acuden siempre a Internet…
Apenas percibo avances, seguimos empleando misma terminología e incluso ampliando alguna, como nomofobia o vampiring, que así, aunque no sepas que son, ya no suenan bien. Y no estás equivocado.
No he encontrado ningún término alusivo al uso de tecnologías positivo. Por ejemplo, no sé, laughict haciendo alusión a las sonrisas que nos pueden provocar memes o videos bien hechos. Cercaning por la posibilidad que nos ofrece el uso de la tecnología de estar «cercanos» aquellos que no tenemos al lado.
Internet y las tecnologías están aquí, ahora.
Lo siento mucho por aquellos que se empeñan en generar alarmas sociales y dudas entre mayores y menores.
Digamos que puede haber un mal uso, un abuso, que lo hay, pero dejemos ya de llamarlo adicción, por ahora. Y hasta que se demuestre lo contrario.
El sábado 20 tuvo lugar en Madrid el DigCitSummitES. Cumbre sobre ciudadanía digital.
Coordinada por The Digital Citizenship Institute. Promueve el buen uso de la tecnología en los ciudadanos poniendo especialmente el foco en las generaciones que vienen. Y por María Zabala, miembro de The Digital Citizenship Institute. Dedicada al asesoramiento de contenidos sobre educación digital en diferentes instituciones. Imparte talleres sobre el buen uso de la tecnología y alfabetización digital.
Una gran jornada con ponentes estupendos, que compartieron conocimiento y puntos de vista a los largo de 4 grandes paneles y 3 conferencias.
La tecnología como aliada. Ygualex. Contra la violencia de género.
La violencia de género es una lacra social. No soy experta en este tema, pero soy persona, mujer, madre, prima, tía… Debemos esforzarnos desde todos los ámbitos para acabar ya con esta enfermedad.
Creo, honestamente, que ya que llevamos un smartphone en el bolsillo, aprovechemos al menos un poco más las posibilidades que nos da.
Quiero daros a conocer la aplicación Ygualex. Se trata de una aplicación pensada para divulgar y concienciar sobre la violencia de género.
Vaya por delante que no me llevo nada por hablar de la aplicación.
Ha pasado otro año. Año dedicado a la tecnología y al aprendizaje de las competencias digitales. Un año escribiendo sobre redes sociales, educación y formación en este loco mundo de Internet.
Atención, pregunta. ¿Estamos capacitados en competencias digitales?
De nuevo con los mismos dilemas, los mismos avisos de gestión de las redes, WhatsApp, correo electrónico que abres, …
Aquí estoy, intentando aportar mi granito de arena para solventar en lo posible la brecha digital, para ser ciudadanos digitales capacitados obviando la edad.
Da igual, pequeños, medianos o mayores. No nacemos sabiendo hablar, no hemos nacido con las competencias digitales que necesitamos hoy.
Formación en tecnología y medios sociales es una de las cosas que necesitamos. Tengamos la edad que tengamos y nos pongamos como nos pongamos,
Este tipo de formación tiene sus niveles y necesidades. Desde manejar los dispositivos, a la configuración de perfiles sean de redes sociales o aplicaciones, a saber qué podemos compartir, a seguirdad…
En un principio nos formamos informándonos, por nuestro trabajo, por la vida cotidiana.
Las personas mayores se forman a través de cursos que se llevan a cabo en asociaciones, a través de fundaciones, familiares o a título particular.
La semana pasada he tenido la suerte de formar a personas mayores en un entorno maravilloso.
¿Se ha convertido el teléfono en un aparato para casi todo menos para llamar?
¿Y si os digo que el otro día me entero, que entre unos amigos no había salido un plan para hacer juntos porque uno de ellos de no contestó al WhatsApp?
A ninguno se le ocurrió llamar para concretar.
Y de ahí este post.
Los que sí hemos usado el teléfono sólo para hablar, creo que todavía conservamos el bagaje de marcar. A diferencia de los que ya han crecido con el smartphone que usan casi con exclusividad la mensajería para comunciarse.
En las casas sigue existiendo el teléfono fijo, que llamamos, aunque puedes desviar las llamadas y «llevarlo» en tu móvil.
El aparato en sí también ya es movible, han pasado a ser inalámbricos y puedes usar en algunos un manos libres.
Nuestro smartphone, ese que llevamos en el bolsillo y bolsos, nos permite hablar también, se puede colgar y descolgar, sorprendentemente. Lease en modo irónico ese sorprendente.
Aún así observo y compruebo en la vida cotidiana, que la comunicación se lleva a cabo casi con exclusividad a través de la mensajería.
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