¡Ay que nervios! Ya empieza el instituto. Qué mayor se ha hecho.
Lo preparamos todo, libros, mochila, ropa de otoño-invierno, nos enteramos bien de profesores, clase, ….
Y como si de un ritual se tratara, le damos el móvil. Si es que no se lo hemos dado antes.
En España se obtiene el primer móvil entre los 11 y 12 años
Así nos lo dice el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Igualmente expone en la encuesta que hicieron sobre equipamiento y uso de las TIC:
La disposición de teléfono móvil se incrementa significativamente a partir de los 10 años
Ni entro ni salgo en si es adecuado o no, o a qué edad debemos dar el primer teléfono móvil.
Hay distintas opiniones, no antes de los 12 dice Esther Arén, a partir de los 12, cuando se lo puedan pagar, opina Emilio Calatayud …
En este tema yo creo que hay que valorar madurez y actitud de la criatura, circunstancias, si nos hemos encargado de darles una formación digital previa.
Sea como fuere, cuando entran a la Educación Secundaria suelen hacerlo ya con el teléfono móvil en el bolsillo.
Como dice Jordi Jubany: Hoy el móvil es también un símbolo del rito de paso hacia la adolescencia que aporta los valores de estatus, independencia e identidad.
Así que a lo que voy.
Como padres
Como padres de las criaturas creo que debemos ser conscientes de lo que estamos haciendo.
Inevitablemente el momento en el que te pidan el móvil va a llegar.
¿Permitirías qué haga lo que quiera sin consensuar?
Debemos estar preparados, haber reflexionado sobre ello y tener las ideas claras.
Saber cómo vamos a gestionar la situación y saber llegar a un acuerdo con el menor para el uso responsable.
Además de lo que habléis en casa, la Policía Nacional propone este acuerdo a firmar entre ambas partes. Es aplicable al uso del móvil, tablet y ordenador.
¿Le darías un coche sin carnet de conducir?
Doy por sentado que la criatura en cuestión ha recibido formación digital y en caso contrario, que no nos lanzaremos como locos a darle el dispositivo sin haber asentado las bases.
¿Dejarías de acompañarle en su día a día?
Hay que ser consciente que un teléfono móvil con conexión a internet en sus manos no es algo inofensivo.
Debemos ayudarle a configurar su privacidad, hacer una supervisión juntos del dispositivo, seguir formándole y comprobar que todo está en orden.
Son tres puntos que en un principio parecen básicos, pero también se nos pueden pasar por alto, la inercia nos conduce a actuar a veces sin pensar.
Olvidamos en la cotidianeidad lo que significa un teléfono inteligente, lo práctico pero también lo cuidadosos que debemos ser.
Seguro que tu hijo/a tiene ya el móvil preparado. Ahora queda lo más complicado y es hacer un seguimiento y un acompañamiento adecuado para cometer los menos errores posibles. Porque errores va a ver, y los aprovecharemos como un aprendizaje más.
A por el inicio de curso.